martes, 31 de marzo de 2009

EL MONJE Y EL LOBO



Video muy interesante de un monje que convive solo en un monasterio ortodoxo servio con varios animales, entre ellos un lobo.


lunes, 30 de marzo de 2009

ORACIÓN DADA POR DIOS



"Hay oraciones que el hombre crea por si mismo, y las hay que son dadas por Dios al que ora.¿Quién no conoció la primera? Tienen que conocer la segunda, aunque sea en la etapa inicial. Al principio cuando el hombre se presenta ante Dios, tiene que ser a través de la oración. Comienza a concurrir a la iglesia, en su hogar reza, siguiendo el libro de oraciones, o sin el. Pero los pensamientos se disipan y no puede controlarlos. Sin embargo, cuanto más se esmera en rezar, más se equilibran sus pensamientos y la oración se vuelve más limpia.
Pero la atmósfera del alma no se aclara, hasta que no aparezca una tibia luz en el alma. Esta es la luz de la Gracia Divina, no individual, sino común a todos. Ella aparece a cierto nivel de pureza en la formación moral de una persona, que la esta buscando. Cuando esta llama vislumbre, y en el corazón se establece un calor permanente, entonces, el fluir de los pensamientos se detiene. Sucede en el alma algo, que sucedió con la mujer que padecía un flujo de sangre, "al instante se detuvo el flujo de su sangre" (Luc. 8:44). En este estado la oración se vuelve incesante. Intermediario en esto le sirve la oración a Jesús. Y este es el limite hasta el cual puede llegar la oración, realizada por la propia persona.
Más adelante, en este estado, se da la oración concedida, no por obra de la persona. Desciende el espíritu de la oración y lleva adentro del corazón, lo mismo como si uno tomara a otro de la mano y lo trasladara de un cuarto a otro. El alma permanece atada con una fuerza exterior, y se mantiene voluntariamente en el interior, mientras sobre ella fluye el Espíritu que entro. Conozco dos niveles de este proceso. En el primero — el alma todo lo ve, y domina todo, incluso puede interrumpir este estado.
Los santos padres — como Isaac el Sirio, habla de otro estado, procedente de más arriba. Aquí también, entra el espíritu de oración, pero en el cual, el alma arrastrada con el, tiene una tal contemplación, que olvida su posición exterior, no razona, solo contempla, no se puede gobernar y le es imposible cambiar su estado. Este estado es descrito en el libro especial "Padres," donde se cuenta, que alguien se puso a orar antes de la cena, y se recuperó a la mañana siguiente. Pues esta es la oración de éxtasis o de contemplación. En algunos casos se acompañaba con el resplandor del rostro, resplandor en derredor, en otros — elevación sobre el suelo. El Santo Apóstol Pablo en este estado fue llevado al paraíso.

miércoles, 25 de marzo de 2009

EL LLAMADO Y LA VOCACIÓN EREMÍTICOS


“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó” (Tito 3, 4).
El amor de Dios para con los hombres se manifestó en su aparición entre nosotros en su encarnación. Así nos salvó y dio una vida nueva, una vida divina, y una manera radicalmente nueva de vivir, rescatándonos de nuestro modo anterior y egoísta de vivir, en que vivíamos en ruido y conversaciones inútiles, buscando nuestro propio placer corporal.Ahora nos ha dado un camino radicalmente nuevo de vivir en él, en silencio profundo, pacífico, e ininterrumpido, bañados de luz, en ayuno continuo, comiendo sólo la comida más sencilla y austera —sólo una vez al día— sin carne, sin adornos y sin condimentos, excepto la sal; sin fritura, y sin delicadezas hechas de harina blanca o azúcar, y en cantidad moderada, pasando nuestro tiempo reflejando sobre las Escrituras y los escritos de los santos que vivían así, sólo para Dios, crucificando su carne. Así vivían los monjes estrictos en los tiempos de más fervor.
Esta es una vida de oración y ayuno, separada del mundo, gastada en trabajo silencioso, pacífico, callado, y recogido, ofreciéndonos continuamente a Dios en amor. Esta es la vida eremítica —ligera en el Señor—. Este es el llamado eremítico a vivir en el desierto, sólo para Dios, en silencio y soledad, bañados de luz y de paz celestial.Esta es la vida nueva de moderación y silencio profundo que Cristo nos ha dado en su encarnación, una vida sobria, justa, y piadosa en este siglo, que está perdido en hedonismo, ruido, y conversaciones inútiles. Es una vida que él nos dio al derramar su Espíritu sobre nosotros.
Regocijaos, pues, en el Señor, porque el Señor ha venido. “¡Que la tierra reciba su rey! ¡Que cada corazón le prepare un lugar! Que el cielo y la tierra canten juntos”. Él trae la alegría verdadera al mundo. “¡Regocíjese, oh mundo!, porque el Señor ha venido. Que reciba la tierra su rey”, como cantamos en el nacimiento del Salvador. Seamos hombres nuevos, silenciosos, llenos de luz, mortificados, hallando nuestro gozo sólo en Dios, viviendo sólo para él, siempre, no importa si hay oscuridad o luz, crucificando las pasiones al vivir ascéticamente, regocijándonos en el Señor siempre, porque Señor está cerca. Así es la vida de los que están llamados al desierto, para servir sólo a Dios, sólo a un Señor (Mt 6, 24), en la soledad y en el silencio.Vivid en el gozo del desierto, lejos del mundo y de sus placeres. Vivid una vida de oración y ayuno continuo. Buscad vuestra paz allí. El gozo más grande se halla en el desierto, en un silencio profundo e ininterrumpido. Trabajad en silencio, en el pleno desierto, y allí hallaréis a Dios.El vivir en el desierto nos hace anhelar el regreso de Jesucristo, porque él es nuestro único gozo, y porque vivimos sólo para él, crucificando nuestra carne a todo lo demás.
Este mundo terminará con grandes signos y prodigios. Todos su gozos falsos, engañosos, y vacíos terminarán cuando este mundo termina. Entonces veremos a Cristo, viniendo en gloria en las nubes del cielo para cumplir todos nuestros deseos y traernos su paz celestial. Vivamos, pues, en espíritu en este día ahora. Que este día informe, guíe, e inspire todas nuestras acciones, toda nuestra manera de vivir. Vivamos, pues, en el encanto de los últimos tiempos. No caigamos fuera de este encanto al hablar inútilmente. Vivamos, pues, en el encanto del silencio del Señor, en ayuno continuo, ofreciéndonos en amor únicamente al Señor. Esta es la vida eremítica.

Steven Scherrer

domingo, 22 de marzo de 2009

Mănăstirea Ortodoxă Buna Vestire



Mănăstirea Ortodoxă Buna Vestire
Rosiers, Franţa

Apartenenţă canonică : Mitropolia Ortodoxă Română a Europei Occidentale şi Meridionale
"Astăzi este începutul mântuirii noastre şi arătarea tainei celei din veac. Fiul lui Dumnezeu Fiu Fecioarei Se face şi Gavriil harul bine-l vesteşte. Pentru aceasta şi noi, împreună cu dânsul, Născătoarei de Dumnezeu să-i strigăm : Bucură-te, cea plină de har, Domnul este cu tine !" (Troparul Bunei Vestiri)
Istoric
Mănăstirea Ortodoxă Buna Vestire a fost fondată în 1994 de Arhimandritul Ioachim Giosanu, actualmente Arhiereu Vicar al Episcopiei Romanului, şi de actuala rasoforă Ana, sub protecţia canonică a Înaltpreasfinţitului Daniel, Mitropolitul Moldovei si Bucovinei, România.

Protectorii acestei mănăstiri sunt Sfânta Parascheva de la Iaşi şi Sfântul Mathurin, care a fost in mod particular venerat cu ocazia pelerinajelor din luna octombrie.Sărbătoarea mănăstirii are loc în fiecare an în ultima duminică din luna martie.Din luna august 2001, mănăstirea aparţine de Mitropolia Ortodoxă Română a Europei Occidentale şi Meridionale sub protecţia canonică şi spirituală a Mitropolitului Iosif.

sábado, 21 de marzo de 2009

Santa Pelagia, tesoro escondido del Señor



Kondakion (Tono 2)
Con ayunos consumiste tu cuerpo;
con oración vigilante recibiste perdón total de tus hechos pasados, oh madre.
Nos has revelado el camino del arrepentimiento, madre Pelagia.


Pelagia, a causa de las magníficas perlas por las que se había vendido con frecuencia, era una actriz de Antioquía célebre por su riqueza y su vida borrascosa.Cuando el patriarca de Antioquía reunió a un sínodo de obispos, los juntó ante el pórtico de la basílica de San Julían Mártir, donde predicaba el honorable obispo de Edesa, San Nono.En aquel momento pasó por ahí Pelagia, cabalgando en un caballo blanco, rodeado de admiradores, con los brazos y hombros desnudos, como cualquier vulgar cortesana, y lanzando a todos miradas provocativas.San Nono interrumpió su discurso, y en tanto que los otros obispos bajaban lo ojos, él se quedó mirándola hasta que desapareció de su vista.En seguida pregunto el santo a los obispos:"¿No os parece muy bella esa mujer?"Los obispos sin saber qué contestar, se quedaron callados.El Santo continúo "A mí me pareció muy bella, y creo que es una lección de Dios para nosotros. Esa mujer hace lo imposible por mantener su hermosura y perfeccionarse en la danza, y nosotros no hacemos ni siquiera la mitad de lo que ella por nuestras diócesis y por nuestras almas."
Esa misma noche, San Nono tuvo un sueño en el que se realizaba una celebración litúrgica; y entre tanto, un pajarraco sucio y agresivo trataba de impedirlo.Cuando el diácono despidió a los catecúmenos, el pajarraco partió con ellos. Al instante regresó y San Nono consiguió apoderarse de él arrojándolo en la fuente del atrio.El ave salió del agua, blanca como la nieve; y se esfumó entre las nubes del cielo .Al día siguiente, que era Domingo, todos los obispos que asistieron a la Divina Liturgia celebrada por el patriarca, pidieron a éste que predicase. Pelagia, que no era ni siquiera catecúmena, se había sentido movida a ir a la iglesia, y las palabras del santo penetraron hasta el fondo de su corazón.Poco después, Pelagia escribió una carta a San Nono, rogándole que le permitiese hablar con él. El santo aceptó, a condición de que los otros obispos asistiesen a la entrevista.En cuanto a Pelagia llegó a donde estaba San Nono, se arrojó a sus pies, le pidió el bautismo y le rogó que se interpusiese entre ella y sus pecados para que el mal espíritu no se posesionase nuevamente de su alma.A instancias de Pelagia, el patriarca de Antioquía nombró madrina a Romana, la más anciana de las diaconisas y San Nono bautizó a la pecadora, la confirmó y le dio la primera comunión.Ocho días después de su bautismo, Pelagia, que había renunciado ya a todos sus bienes a favor de los pobres, se despojó de la túnica blanca de los bautizados, se vistió de hombre y desapareció de la ciudad.Se trasladó en secreto a Jerusalén a vivir en la soledad, en una cueva en el Monte de los Olivos.La gente del lugar empezó a llamarla "Pelagio, el monje imberbe."Tres o cuatro años más tarde, Jacobo, el diácono de San Nono,fue a visitar a este monje "Pelagio" del que tanto se hablaba.Pero la antigua pecadora,murió durante la estancia del díácono en Jerusalén y éste no pudo verla.Fueron algunos a sepultar el cadáver y allí descubrieron el sexo de Pelagia.Entonces todos exclamaron al unísono:"Gloria a ti, Señor Jesucristo, porque tienes en la tierra muchos tesoros escondidos."


Del blog Silencio

lunes, 16 de marzo de 2009

LAS MONJAS CARTUJAS EN ESPAÑA (y 3)





Comparando la familia cartuja con otras Órdenes monásticas, se advierte que en la Iglesia somos "un pequeño rebaño", y esto cabe aplicarlo de modo especial de la rama femenina. Nuestros monasterios, cuando más, no superaron el número de diez. Casi todos se concentraron en el sudoeste de Francia y en el norte de Italia: sólo hubo dos en Bélgica y hasta hace poco ninguno en España.
¿Cómo explicar que nuestro país, de tan honda tradición contemplativa y cartujana, haya tardado tanto en tener en su suelo a las hijas de San Bruno? Misterio de la Providencia, que puede esclarecerse algo considerando que la existencia de monjas cartujas ha sido, y es aún hoy día, ignorada en muchos ambientes eclesiásticos que sólo conocen la rama masculina. Además, en el pasado, algunas vocaciones a la vida cartujana femenina, preferían orientarse hacia otro género de vida contemplativa antes que verse obligadas a dejar nuestra patria. Por último, nuestra Orden siempre se ha mostrado reservada al promover las fundaciones, no aceptándolas más que si podía asegurar a las monjas una existencia verdaderamente solitaria e independiente.
Sin embargo, hacia 1949, en ciertos ambientes femeninos de España se despertó un vivo interés por la Cartuja, y, ante las repetidas demandas, el Capítulo General de la Orden, designó una Cartuja de monjas de Italia, la de San Francesco, para recibir y formar a las aspirantes españolas, mientras se procedía a buscar un lugar adecuado para establecerlas en España.
En 1960, se empezó la reconstrucción de la antigua abadía cisterciense de Santa María de Benifaçá (Castellón) para acondicionarla y transformarla en monasterio cartujano. En 1967, los edificios del interior de clausura estaban terminados, y un grupo de monjas españolas, procedentes de la Cartuja de San Francesco, depositaron en este desierto la primera semilla de la vida cartujana femenina en España.
Santa María de Benifaçá se halla en un paraje privilegiado: un rincón agreste, en plena montaña, un verdadero "desierto cartujano". Sin embargo nuestro monasterio lleva inscrito en su estructura, la transición que hemos vivido las monjas cartujas en las últimas décadas. Iniciada su reconstrucción cuando el Capítulo General no se había pronunciado sobre nuestra orientación a la soledad personal, sus edificios, vistos del exterior, ofrecen el aspecto cenobítico propio de nuestras antiguas casas. Pero en 1975, se hicieron en el interior las necesarias modificaciones, de modo que las monjas disponemos de celdas y de un marco ambiental con todas las características propias de la vocación solitaria cartujana.

Cartuja de Sta. María de Benifaçá (Castellón, España)

miércoles, 11 de marzo de 2009

MONASTERIO DE CANTAUQUE







El monasterio ortodoxo de Cantauque fue fundado en 2002 por monjes que había vivido veinte años en Tierra Santa. Se halla situado a una treintena de kilómetros de Carcassonne, en un vasta hacienda agrícola y forestal. El monasterio depende de la Metrópolis Ortodoxa Rumana de Europa Occidental y Meridional, presidida por Mons. Joseph POP.La comunidad monástica vive según la regla tradicional del monaquismo ortodoxo. Celebra sus oficios en francés y en sus cantos litúrgicos ha adoptado la melodía litúrgica griega. Para esto ha emprendido un importante trabajo de adaptación de esta música ortodoxa en lengua francesa.

También ha traducido y editado las Divinas Liturgias de San Juan Crisóstomo y de San Basilio de Cesarea en francés y en castellano.Las actividades principales del monasterio consisten en la hospitalidad y la organización de sesiones de iniciación a la iconografía, al canto litúrgico y al hebreo bíblico, al tallado de madera y a la restauración de iconos antiguos.Con la ayuda de los bienhechores, los monjes tienen el proyecto de construir una iglesia que, por su forma basilical, evocará el tiempo en el que la Iglesia de Occidente y la de Oriente estaba unidas por la misma fe cristiana, católica y ortodoxa.


pulsar sobre la imagen

domingo, 8 de marzo de 2009

Eremitas Camaldulenses de Monte Corona



Camaldulenses españoles: barba y hábito blanco (1960)
Los Camaldulenses fueron fundados por San Romualdo en 1012, en Italia, y reformados en 1520 por el Beato Pablo Giustiniani. Lo característico de su carisma es que tratan de conjugar la vida cenobítica benedictina con la eremítica, dando la preferencia a esta última. Cada religioso ocupa una celda, saliendo de ella para el Oficio Divino, que se celebra en la iglesia, las horas de trabajo matutinas, y para las recreaciones comunitarias. El tiempo restante lo pasan en sus celdas, ocupados en la meditación de la Palabra de Dios y en la contemplación de las realidades divinas. Su hábito es de color blanco con escapulario y cogulla del mismo color. Existe una Congregación Camaldulense (160 monjes) afiliada a la Orden de San Benito, y otra independiente llamada de los Ermitaños Camaldulenses del Monte Corona, con 136 monjes. Ésta última, tiene en España un monasterio o yermo: Yermo Camaldulense de "Ntra. Sra. de Herrera". Aptdo. 406 A.P. 09200 Miranda de Ebro- Burgos.

viernes, 6 de marzo de 2009

Monjas cartujas (2)





El día típico de una monja cartuja /
La vocación de las monjas cartujas
El día
En el desierto
En el corazón de la noche
Sólo Dios
Laudes en el secreto de la celda
La celda, universo de la monja
Eucaristía y soledad
Soledad y oración
Estudios, trabajo, lectio divina
Monjas del claustro y monjas conversas
Sexta y Nona
Los votos
Alabanzas nocturnas
Libertad
Fiestas y espaciamento
Etapas

Profesión solemne - consagración virginal

De charteaux.org

lunes, 2 de marzo de 2009

Las monjas cartujas (1)



Para alabanza de la gloria de Dios, Cristo, Palabra del Padre por mediación del Espíritu Santo, eligió desde el principio a algunos hombres, a quienes llevó a la soledad para unirlos a sí en íntimo amor. Siguiendo esta vocación el Maestro Bruno entró con seis compañeros en el desierto de Cartuja, el año del Señor 1084, y se instaló allí. Tanto ellos como sus sucesores, permanecieron en aquel lugar bajo la dirección del Espíritu Santo, y, guiándose por la experiencia, fueron creando gradualmente un género de vida eremítica propio, que se transmitía a sus continuadores, no por escrito, sino con el ejemplo.
La existencia de las monjas cartujas se remonta a los orígenes de la Orden de los cartujos. Es en 1145 que las monjas de Prébayon en Provenza, al sur de Francia decidieron abrazar la regla de vida de los monjes de Chartreuse. Ellas fueron acogidas en la Orden por San Antelmo, entonces prior de la Cartuja. Así nació la rama femenina de nuestra Orden. Desde ese momento las monjas cartujas forman con los monjes una única Orden bajo la dirección del mismo Ministro General, el prior de la Gran Cartuja.
Aunque se habían decidido a abrazar la regla de vida de los Cartujos, durante varios siglos las monjas tuvieron una parte de vida común más importante que los monjes. Se pensaba entonces que el temperamento femenino no estaba adaptado para soportar todos los rigores de la soledad de los monjes. Hacia 1970, a raíz de solicitudes apremiantes de las monjas de poder llevar la vida cartujana en plenitud, hubo una evolución hacia una vida más solitaria, de modo que actualmente la vida de las monjas es idéntica a la de los monjes.
Como para ellos, la vida de las monjas cartujas es una vida contemplativa marcada por la soledad. Todo nuestro deseo es responder al llamado de Dios devolviéndole amor por Amor. Nuestros monasterios, alejados de las ciudades, son «desiertos» con el fin de favorecer el encuentro con Dios. En efecto, nuestra aplicación principal y nuestra vocación son encontrar a Dios en el silencio y la soledad. Allí Dios y su servidor mantienen frecuentes coloquios, como se hace entre amigos.
Compartimos pues con los monjes cartujos la misma vocación y el mismo espíritu. Pero ciertas particularidades, al tiempo que nos diferencian de ellos, le otorgan a nuestra vida un sello propio. Nuestros Estatutos no se encuentran en este sitio web; enumeramos aquí ciertos puntos que merecen ser precisados.
Al igual que en la rama masculina hay en la rama femenina monjas de claustro, dedicadas más especialmente a la soledad de la celda, monjas conversas y donadas. La formación para la vida cartujana dura aproximadamente ocho años y sigue las mismas etapas que la de los monjes. Luego de la profesión solemne o de la donación perpetua, las monjas que lo desean pueden recibir la consagración virginal.
El hábito de las monjas es similar al de los monjes: hábito blanco y cogulla con bandas laterales para las profesas. Pero en lugar de la capucha de los monjes las monjas llevan toca con velo.
En todas las casas de monjas hay uno o dos padres cartujos que garantizan las funciones sacerdotales según el rito cartujano: celebración de la Eucaristía y Ministerio de la reconciliación. Junto con estos padres ordinariamente hay uno o dos hermanos encargados de los trabajos que no pueden ser realizados por las monjas. Padres y hermanos viven en un edificio separado.
Nuestros Oficios litúrgicos son idénticos a los de los monjes. Sin embargo el Oficio de Maitines, a la medianoche, simplemente se recita en lugar de ser cantado, lo que reduce en aproximadamente media hora la duración de nuestra vigilia.
Cada semana hacemos un día de abstinencia pero no a pan y agua: ese día no se nos sirve ni huevo ni pescado, ni tampoco leche, manteca ni queso. El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son también días de abstinencia; estos días, las monjas que pueden se contentan con pan y agua. Algunos días y en ciertos períodos del año tomamos solamente una comida al mediodía y una pequeña colación por la tarde. Además, en todo tiempo del año, se nos concede a modo de desayuno una bebida y un trozo de pan.
La edad de admisión de las interesadas está comprendida entre los 20 y los 35 años, aunque siempre se puede considerar la posibilidad de una excepción si existen razones serias que hagan pensar en una vocación verdadera.
Las monjas cartujas han conocido en su historia las mismas duras pruebas que los monjes. En 1794, a causa de la Revolución francesa, todas las cartujas de mujeres fueron cerradas, aunque en 1816 algunas monjas que habían sobrevivido volvieron a darle vida a la rama femenina de la Orden que cuenta actualmente con cinco casas en Europa (dos en Francia, en el Macizo Central y en Provenza, dos en Italia y una en España) más una fundación en curso en Corea (Ver lista de casas).
Tras los pasos de los primeros cartujos, «permaneciendo bajo la dirección del Espíritu Santo y dejándose formar por la experiencia», las monjas cartujas quieren permanecer fieles al carisma de su Padre San Bruno.