domingo, 29 de agosto de 2010

¿Cómo "estar" en el Desierto?



Propongo a los amigos lectores un texto de Matilde de Magdeburgo: "El Desierto tiene doce cosas": "Debes amar la nada (niht), debes huir del 'yo' (iht) (o icht: literalmente: 'de cualquier cosa'), debes estar solo y no acudir a nadie. No debes ocuparte de mucho sino que debes liberarte de todas las cosas (de las creaturas). Debes liberar a los prisioneros y vencer a los libres, debes deleitar a los enfermos y tú mismo no tener nada para ti. Debes beber el agua del dolor y encender las brasas del amor (Minne) con la madera de las virtudes: de este modo vivirás en el verdadero desierto." Mechthild von Magdeburg "La Luce fluente della Divinità", I, XXXV.
Este maravilloso "estado" de Desierto no puede ser reducido ni juzgado en el nivel "psicológico". Se trata de la dimensión propia del ESPÍRITU, que supera los esquemas de corte antropológico, a veces "tan de moda."
Cuando quieras adentrarte en la espesura o en la misma Belleza de Dios (adentrémonos en su Hermosura, en el sentido de San Juan de la Cruz) abandona todo "eso" que se dice en exceso y se gasta en esfuerzos vanos: ¡corre al Espíritu! Déjate conquistarte por Él, déjate sumergir en Él. La Llama ya ha invadido el madero, convirtámons en esa "ceniza" luminosa para volvernos llama en la Única Llama...

Alberto E. Justo en flor del desierto

jueves, 26 de agosto de 2010


Bajo tu protección nos acojemos,
Santa Madre de Dios,
no desoigas las suplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien, dignate a atenderlas siempre,
oh Virgen gloriosa y bendita.

martes, 3 de agosto de 2010

viernes, 23 de julio de 2010

Una nueva jornada



"No dejes que nada, ni nadie te perturbe. Intenta, una y otra vez, callar voces y fantasmas. Pero tampoco te quedes en ello. Avanza como sumergiéndote en donde no sabes. Ahora, escucha. Ese silencio, que parece vacío y nada, es, de alguna manera, ocasión y lugar. Es pleno. El Señor te ha llevado al desierto para hablar a tu corazón."

P. Alberto E. Justo op

sábado, 5 de junio de 2010

La única grandeza



Conformidad perfecta al plan divino, esa es la verdadera grandeza y la única hermosura.La perfección del abeto no es la de la encina, ni la hermosura de la rosa es la de la violeta. Cada ser tiene la suya propia. De la realización de cada una de estas perfecciones está hecha la bondad del universo.Y dentro de la realización de esta perfección propia encuentran su alegría los seres.

Dom A. Guillerand, cartujo.

miércoles, 2 de junio de 2010

Abba Chomai





Se dice que en el momento de morir, dijo a sus hijos: "No habitéis con los heréticos, no os juntéis con los dirigentes, que vuestras manos no estén abiertas a recoger, sino, sobre todo, a dar"