sábado, 9 de abril de 2011

El mensaje de siempre



"No temas." Es lo mismo que decir ahora: no pierdas tu ritmo y tu camino. Si pretendes mucho, obtienes poco, si lamentas las ausencias se vuelven éstas más lejanas... Valora lo que siempre está en tu corazón, porque ese es el perpetuo respirar de tu vida, donde nada se pierde porque todo y mil veces todo se halla en el Corazón de Dios...
Alberto E. Justo

sábado, 2 de abril de 2011

Sin desánimo



A pesar de todos los inconvenientes no abandones la calma y la decisión de recibir la paz... El silencio seguirá siendo tu gran maestro aunque parezca que te arrojan en el mayor de los ruidos y de las inquietudes... Aún vale ¡y cuánto! sentarte calladamente y meditar acerca de lo que siempre resuena en tu corazón. Te aseguro que brotan del suelo y del aire todos los auxilios, imaginables y no imaginables. Dios no te abandona nunca, aunque tengas la impresión de haber quedado "fuera de combate." Coraje y confianza. Es posible que surja lo "inaudito", lo "imposible"... Sin embargo todo eso no tiene peso ni densidad, salvo que la otorgues por vacilación o por miedo. Confianza, pues, y paz. Aprendamos del silencio que todo lo enseña y todo lo guarda maravillosamente. No nos quedemos a la vera del camino, inmovilizados. Sigamos, sigamos, que la misión es real y escondida y esta peregrinación una adorable aventura, a pesar de riesgos e incomprensiones. No hay vida sin riesgo. La lucha revela sentidos insospechados. Adelante, en el Nombre del Señor y en la Morada del Corazón de Cristo, que es nuestro.
Alberto E. Justo