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La oración
El pensamiento racional puede llegar a ser un gran enemigo del espíritu. No pienses, razones ni elucubres sobre lo que haces. Simplemente hazlo; simplemente reza. Entra en esa atmósfera, no pienses sobre ella. El pensamiento no entiende esos estados y antes, durante, o después de la oración, pondrá todo tipo de impedimentos y de razonamientos haciéndote ver lo absurdo de la practica. El pensamiento empleará todo tipo de argumentos de lo más convincentes e ingeniosos. ¡No hagas caso al pensamiento!. Diga lo que diga la mente, tú continúa con tu práctica de oración.
Anónimo
Gracias es verdad que el señor nos conceda ser verdaderas almas de oración mil gracias un saludo
ResponderEliminarEs cierto que la razón puede ayudarnos a comprender las realidades divinas, por ejemplo a través de la teología; pero si buscamos la fe a través de la razón será muy dificil hayarla.
ResponderEliminarPor esto yo pienso que debemos creer con el corazón y no con el cerebro.
Es bien cierto. La especulación teológica es más bien algo propio del cristianismo occidental... en la ortodoxia se es teólogo cuando se es místico.
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