lunes, 14 de septiembre de 2009

INMOVILIDAD


Hay dos clases de inmovilidad: la del hombre contento y satisfecho de sí mismo, que se dice: "Ya he llegado, y ésto basta", y la del perezoso que se dice: "Es demasiado pesado, me quedo donde estoy".

Hay que evitar ambas posturas.

Es preciso creer que estamos muy lejos del término ideal, desde luego siempre mucho más lejos de aquello que realizamos, y que somos capaces de tender hacia ese término y de acercarnos al mismo. No nos extrañemos de estar todavía en la cuesta que hay que escalar. Sólo llegan aquellos que saben confesar que aún les queda mucho que andar, y que no paran.

El ideal en el espíritu , que nos enseña la perfección que hay que alcanzar, siempre y cuando sea factible; la perseverancia en el querer y en el esfuerzo práctico que tiende a la cumbre que se divisa a lo lejos, ésto es lo que hace a los hombres y a las existencias humanas dignos de este nombre.

Dom A. Guillerand

1 comentario:

  1. ...Y yo diria que hay otra más.... aquella Inmovilidad interior del yo aquietado, rendido a SU PRESENCIA...a SU TRANSPARENCIA INVISIBLE... para dejarle HABLAR, MOVERSE EN NOSOTROS Y ACTUAR EN NUESTRO SER.

    UN ABRAZO...SIEMPRE.
    Carmen
    concienciaprimordial.blogspot.com

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